Conservar la identidad nacional bajo el dominio chino

Se cree que los lac viet gobernaron las llanuras del norte del delta y que existió un reino vietnamita llamado Au Lac, aunque se desconocen sus fronteras. Probablemente este territorio estuvo gobernado por alguna especie de unión feudal hasta que su poder decayó con las incursiones procedentes de Nam Viet, un reino fundado en el año 208 a.C. por el general chino Trieu Da que se extendía más allá del actual sur de China. Los lac continuaron gobernando el delta del río Rojo como vasallos de los nam viet, que dominaron la zona durante un siglo. Mientras tanto pervivían las inseguras y cambiantes relaciones con China.

Al mismo tiempo China se reorganizó bajo la dinastía Han (del 206 a.C. al 220 d.C.). En el año 111 a.C. el ejército del emperador Han Wu Di derrotó a los nam viet y se hizo con el control del delta del río Rojo. El dominio chino duró aproximadamente mil años. Vietnam fue gobernado como una provincia china, con distintos grados de severidad y de resistencia.

Aunque el dominio de China fue largo y su influencia cultural imborrable, los vietnamitas nunca aceptaron la situación de buena gana. Durante ese milenio se produjeron muchas rebeliones y sublevaciones, lo que provocó una rivalidad histórica entre ambas naciones.

Bajo el dominio chino los vietnamitas resistieron enérgicos ataques contra su cultura y sufrieron perma­nentes cambios de forma inevitable. El confucianismo tuvo una gran influencia. La posterior evolución de la administración, las leyes, la educación, la literatura, la lengua y la cultura vietnamitas reflejan elementos chinos. La cultura indígena de la gente de la calle se conservó gran medida, pero la élite gobernante se vio muy a tada. Posteriormente se manifestó una gran admi por la cultura china, aunque no se aprobó por compié ya que los vietnamitas nunca aceptaron de un control político de China.

Por todas estas razones sociopolíticas Vietnam desarrolló un complejo carácter nacional, influenciado en parte por la cultura china -budismo, taoísmo y confu- cianismo- y por la poderosa fueza nacionalista y militar derivada de la lucha por la supervivencia nacional.