Si usted está considerando viajar hasta la Cochinchina en sus próximas vacaciones, por la riqueza natural y cultural de esta antigua colonia francesa, le sugiero reservar al menos un día para buscar el alma de la ciudad de Ho Chi Minh en el famoso Cho Ben Thanh, el mercado más emblemático de la antigua Saigón.
El edificio se ubica en el centro de la ciudad y abre sus puertas durante el día a cientos de visitantes locales y extranjeros. Déjese envolver por los aromas de hierbas y especias; atrévase a saborear una exótica sopa o un jugoso fruto tropical; diviértase regateando por artesanías y prendas típicas de seda. En los 13 mil metros cuadrados del Ben Thanh se puede encontrar de todo: desde flores frescas hasta joyería, aparatos electrónicos e imitaciones de prestigiosas marcas.
La mayoría de los comerciantes saludan y ofrecen su mercancía en varios idiomas o tienen colaboradores extranjeros que lo hacen por ellos. Para el comprador experimentado no será difícil conseguir escandalosos descuentos sobre casi todos los precios, ya de suyo bajos; el secreto es no mostrar demasiado interés y poner atención en la calidad del producto.
Si el interior del mercado es demasiado caluroso o se siente usted sofocado por la multitud, salga a caminar un rato; en las calles aledañas encontrará otros atractivos turísticos y grandes ofertas. El Ben Thanh cierra a las 6 de la tarde pero la actividad comercial continúa afuera hasta la media noche.
Los turistas regresan por los últimos souvenirs, por una cena económica o por un té vietnamita. La oferta gastronómica es amplia: el viajero cauteloso tal vez prefiera los platillos a base de pescados, mariscos y vegetales frescos, pero si usted se cuenta entre los más osados, no regrese a casa sin probar la carne de perro o los embriones de pato, que se dice son ricos en proteína y vitamina B.
El edificio se ubica en el centro de la ciudad y abre sus puertas durante el día a cientos de visitantes locales y extranjeros. Déjese envolver por los aromas de hierbas y especias; atrévase a saborear una exótica sopa o un jugoso fruto tropical; diviértase regateando por artesanías y prendas típicas de seda. En los 13 mil metros cuadrados del Ben Thanh se puede encontrar de todo: desde flores frescas hasta joyería, aparatos electrónicos e imitaciones de prestigiosas marcas.
La mayoría de los comerciantes saludan y ofrecen su mercancía en varios idiomas o tienen colaboradores extranjeros que lo hacen por ellos. Para el comprador experimentado no será difícil conseguir escandalosos descuentos sobre casi todos los precios, ya de suyo bajos; el secreto es no mostrar demasiado interés y poner atención en la calidad del producto.
Si el interior del mercado es demasiado caluroso o se siente usted sofocado por la multitud, salga a caminar un rato; en las calles aledañas encontrará otros atractivos turísticos y grandes ofertas. El Ben Thanh cierra a las 6 de la tarde pero la actividad comercial continúa afuera hasta la media noche.
Los turistas regresan por los últimos souvenirs, por una cena económica o por un té vietnamita. La oferta gastronómica es amplia: el viajero cauteloso tal vez prefiera los platillos a base de pescados, mariscos y vegetales frescos, pero si usted se cuenta entre los más osados, no regrese a casa sin probar la carne de perro o los embriones de pato, que se dice son ricos en proteína y vitamina B.